Graham O’Grady, triatleta neozelandés vio anulada una suspensión por dopaje después de que un tribunal aceptara su versión, en la que comunicó que había presentado unos niveles de morfina por encima de lo permitido por el consumo de pan de semillas de amapola.
El atleta no había cuestionado con anterioridad los resultados del control, pero aseguraba que estos pequeños niveles de morfina que aparecían en su organismo se debían al consumo de pan de semillas de amapola que su cuerpo lo había metabolizado como morfina. Las amapolas son una fuente natural de opiáceos, que incluyen morfina.
El tribunal consideró muy inusual el caso, pero levantó la suspensión impuesta al dar positivo en el control antidoping tras ganar una carrera en enero en Tauranga, ya que según las pruebas no hay otra explicación posible, y que el atleta no tenía por qué saber que el consumo de este pan podría haber sido asimilado como morfina en su organismo.
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